Teatral, hollywoodense y lujoso, el desfile por los diez años de Pablo Ramírez fue una puesta en escena de sus figurines: mujeres delgadas de caminar lento, siluetas negras perfectas en un entorno exquisito. No era mucha la gente sentada en el salón Versailles del Alvear Palace. No porque la asistencia fuera baja (de hecho el salón estaba completo) sino porque la convocatoria fue super exclusiva. Solo unos pocos privilegiados pudimos ver el show.
El desfile L`Oréal 10 años Ramírez mostró el trabajo del creador nacido en Navarro, provincia de Buenos Aires, a través de las distintas etapas de su carrera. Allí estaban Audrey y Marlene en manos de Givenchy y Dior. El espíritu hollywoodense se vio representado en exquisitos vestidos ceñidos al cuerpo con cuello chimenea, escote bote, con capas que eran parte del vestido y se desprendían de los hombros.
Las camisas blancas con mangas baloon, acompañaron las faldas tubo y los vestidos estilo Audrey. Pero también hubo otra silueta que mostraba enormes faldas armadas que emergían de la cintura alta en amplios volúmenes con tul y volados internos. 
Todo comenzó con una proyección en video que mostraba fragmentos de desfiles y presentaciones (mayormente imágenes históricas de BAF) y siguió con una propuesta que incluyó, desde piezas de su última colección hasta modelos desarrollados para el desfile “Pasado de Moda” y que presentó en como parte del programa de festejos del bicentenario. El peinado estuvo a cargo del team de Sergio Lamensa, con recogidos con muchísimo volumen.
Mientras que el maquillaje estuvo a cargo de Verónica Momenti, la make-up artist de L' Oréal en argentina, junto a su equipo, responsables del look que completa la propuesta.Estuvieron presentes Carla y Mike, Cathy Fulop, Flor de la V, Leonora Balcarce, Erica Rivas, e Iván de Pineda, a cargo de la producción del evento.
El cierre: la novia, por supuesto. Con una capa armada con volados de tul en el interior. Lo lleva Paula Gandolfo, la nueva modelo mimada de los diseñadores locales.Algo quedó en claro: Pablo Ramírez y su equipo sabe hacer ropa. Las terminaciones, el corte y la confección se vieron impecables. Y Pablo logró hacer de eso su marca de autor. A la manera de Gino Bogani, es sin duda, el gran modisto argentino.
Fotos: cortesía L' Oréal.