Después de mi recorrida por los barrios mas chic de NY, mi valija sigue sin aparecer. Aparentemente la están buscando en Río de Janeiro, lo cual es cómico, porque es un destino que jamás en el delirio de mis conexiones pisé. En definitiva, no quiero seguir con el tema hasta que aparezca, pero mientras les muestro el collarcito de plumas que sobrevivió solo porque lo compré el día que me volvía y lo guardé en el bolso de mano que subí a la cabina. Es un Forever 21 authenthic.