Vía Twitter, Pablo Ramírez manifestaba ayer una preocupación: en Tecnópolis, mientras en el stand de Aerolíneas Argentinas se presentaban sus nuevos uniformes, él aclaraba que era la primera vez que diseñaba algo pero no estaba a cargo de la confección. Es que el reto fue grande. Luego de ganar el concurso, el diseñador nacido en Navarra, asumió el gran desafío de renovar, luego de 9 años, los uniformes de trabajo del personal... Pero de todo el personal. No es sencillo idear prendas que funcionen como ropa de trabajo para una cantidad tan grande de gente, separada por sus cargos, porque no se trata solo de azafatas, comisarios y pilotos sino de empleados administrativos, de maestranza, que se diferencian exclusivamente por su indumentaria.
Se trata de una colección que de alguna forma representa a un país, pero también debe ser funcional a todas las edades, y a todos los cuerpos. En el evento ofició como presentadora la modelo Teté Coustarot, y azafatas y pilotos desfilaron con sus nuevos uniformes.