Tal vez el cosmetico más importante, y el más complejo de elegir. No solo por el tono, sino también es importante acertar en la elección de la textura, el acabado y la forma de aplicarlo. No es lo mismo una base en polvo, una que se aplica con esponja, con la mano -igua a una crema-, o con brocha. En definitiva, Maybelline NY sumó otra alternativa al mercado: la gama de maquillaje Fit Me, que propone una tecnología que hace que el producto se ajuste al tono de la piel.
El corrector es ultraliviano y se seca rapidísimo y parejo. Después, la base es super líquida, y creo que se puede aplicar con una esponja, aunque yo lo probé con las manos, y es como ponerse crema ligera. Y después el polvo compacto.
Al compacto no llegué porque ya tenía la cara muy amarilla. Se ve que no era el color para mí, que soy muy, muy pálida y me llevo mejor con los colores de base claros con tintes más rosáceos que amarronados. Así que supongo que en esta marca, lo ideal para mí sería un tono más claro, tal vez el 125 de la línea Fit Me, que es el más claro y dos tonos más abajo del que me regalaron.
Lo que les puedo decir es que la piel quedó lisa, pareja y luminosa, sin manchas de la aplicación. También que fue difícil removerlo con agua, así que es una buena señal de que no se corre. Lo pude retirar con demaquillante. La línea cuenta con: un corrector, una pre-base (la estrella de la línea), un polvo compacto y un rubor.
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