Es solo un gesto y suma mucho a las pieles sensibles o alérgicas. Es una bruma cargada de minerales y oligoelementos que proviene de las profundidades de las capas
terrestres, filtrándose a través de arcillas y minerales. Este agua
mineralizada tiene propiedades calmantes,
suavizantes, cicatrizantes y descongestivas. Hay que pulverizar el
rostro, cerrando los ojos, y dejando actuar unos minutos. Luego se seca
con un pañuelo de papel, con presiones leves. El agua de La Roche-Posay está testeada dermatológicamente.