La máquina del tiempo funciona en Palermo. Y el viernes a la noche, junto a algunas amigas, brindamos por eso. Fuimos testigo de su funcionamiento cuando, en la mega fiesta que organizó J&B en Liv, los lásers enloquecieron, los números que marcaban los años empezaron a bajar y se detuvieron en 1749, el momento en que Giacomo Justerini y Alfred Brooks unieron sus apellidos para lanzar de este whisky escocés y se establecieron por primera vez como comerciantes de vinos finos y licores.
Desde el pasado, llegó el Hombre Bola, directo desde aquellos tiempos en las que los nobles llevaban peluca y vestían a imagen del Rey Sol, Luis XIV, con camisas de enormes volados en las mangas, con encaje y jabot. Y la fiesta estalló: con un efecto hipnótico, llenó de destellos la pista y, entre antifaces de plumas, marcó el pulso de la fiesta. El Mash Up de estilos siguió con los años 20, entre sombrillas playeras y los 60, con sus pelucas afro.
Fotos: MH y cortesía J&B.