No es lo mismo. Lo que ven arriba es un guepardo, también llamado chita, su piel es diferente al leopardo: se caracteriza por pequeñas manchas negras macizas. Como lunares negros irregulares.
En cambio, el leopardo, ya lo conocen, se caracteriza porque sus además de tener pequeñas manchas estilo lunar, tiene una mancha combinada en tres tonos, que se llaman rosetas. Lo pueden ver en las chatitas de María Josefa del post anterior (un poco más abajo) y en la columna derecha, en el fondo de los aros con una cara de tigre. En definitiva, este invierno ganó el chita.
La piel es tendencia: ya sea en detalles aplicados como en prendas de mucha relevancia. Y uno de los íconos es el tapado animal print: todas las marcas lo hicieron.
Personalmente, elijo las pieles sintéticas, pero hay que seleccionarlas con cuidado para que no parezcan prendas hechas son la piel de miles de ositos de peluche asesinados a escobazos.
Por eso, aunque sea sintética, es bueno que sea de calidad, sino, se nota mucho en el brillo del pelo pero sobretodo, se nota con el paso del tiempo, cuando la prenda se pone opaca y áspera.
Casi todas las marcas incorporaron la piel a sus colecciones, pero me parece interesante que muchas hayan coincidido en esta tipología: el tapado corto de solapa ancha, de leopardo o chita. En este caso, las opciones de AY Not Dead, en dos tonos. Imaginamos que la opción más económica es la de Complot, de leopardo. En este caso, es más corto que el resto, casi como una chaqueta.
María Cher lo acompañó por sus bucaneras flat, uno de los hits de la temporada y le sumó un cinturón. En este caso, el print pareciera de chita. Muy chic. Rapsodia con un tapado de chita ribeteado en negro. En su desfile en Baf, Uma presentó su versión de este abrigo. Jazmín Chebar propone un tapado liviano de jaquard con print de leopardo y largo siete octavos.
Fotos: cortesía de las marcas mencionadas.