Hay rumores que dicen que durante la BAFWeek, Pablo Ramírez y Vero Ivaldi harán una instalación inspirada en el film de Tim Burton, Alicia en el país de las maravillas. No es extraño que la moda se vea seducida por esta genial versión cinematográfica del clásico de Lewis Carroll. El mundo entero pasó esa fascinación y en muchísimas revistas hubo editoriales de moda inspiradas en Alicia, entre ellas, la más increible: Vogue, por supuesto. En el rol de Alicia estuvo Natalia Vodianova y las fotos son de Annie Leibovitz.Pero también, Mia Wasikowska, la actriz australiana de 20 años que encarna a Alicia Liddell, hizo una editorial alusiva en Teen Vogue, mientras que Stella McCartney diseñó para la película una edición limitada de joyas y brazaletes y varias marcas retomaron el estilo Alicia, con vestidos de gasa y voile livianos, en tonos pasteles y turquesas, en particular, el emblema de Alicia. El resto del cast está integrado por Johnny Depp como El Sombrerero, Anne Hathaway es la Reina Blanca y la actriz fetiche (y la mujer de Tim Burton), Helena Bonham Carter es la reina de Corazones.
La novedad, esta vez no está estrictamente relacionada con la moda, pero me parece que vale la pena contarlo: en Buenos aires, la aliciamanía arrancó con todo, y una original acción de prensa propone tomar "El té de Alicia en el país de las maravillas".
Es que el argumento de Alicia tiene una relación muy estrecha con la ceremonia del té, y con la comida en general: una vez en el universo de la fantasía, un espacio con una lógica absurda, Alicia bebe una pócima de una botella y empequeñece, come una torta y se hace gigante, hay panecillos con propiedades mágicas, la Duquesa le dice que para tener buen carácter hay que comer azúcares y golosinas, y el momento de la merienda maravillosa que Alicia comparte con El Sombrerero y el lirón es un momento de quiebre en el film.En este caso, la acción consiste en un circuito que incluye restaurantes, bristrós y cafés, reconocidos por la calidad de su repostería, donde es posible tomar el “Té de Alicia en el país de las maravillas”. Cada espacio ofrece un menú inspirado en la película.
Una de las más originales, la propuesta de Le Blé: el menú “Alicia...” incluye una porción de budín con mermelada de tomate casera, un cupcake con frosting y granas de colores, una cookie fantasía con forma de vestido, acompañado por un té con leche.
Mientras que Tartine ofrece “El Sombrero Loco”, que incluye entre otras cosas, cookie de chocolate y frutilla en forma de espiral, cupcake con granola de colores y un scone de queso (en forma de reloj).La propuesta de Mamarracha es más tradicional pero arriesgó con el té helado.
Y un recomendado: Pipí Cucú es un restó genial en Colegiales (vale la pena vistarlo). El menú es delicioso aunque no tan pintoresco como las opciones anteriores. Es una merienda tradicional, pero exquisita. Hay tres menúes: El Menú Maravillas (tostadas de pan casero con mermelada y queso blanco o con manteca y dulce de leche), el Menú del Tiempo (croque de jamón y queso en pan casero) y el Menú Jardín de Rosas (una deliciosa torta estilo maquise de chocolate con salsa de frutos rojas y crema batida), todos acompañados por jugo de narajas exprimido y una selección de tés Taragüí.
Un dato, los cuadros que ven en esta fotos están pintados, aunque no lo crean, sobre pizarrón, con tiza. Y se rumorea que Héctor, uno de los socios de Pipí Cucú, podría pintar al sombrerero solo para la ocasión (cada tanto borra los pizarrones y los pinta de nuevo).
La acción está vigente durante el resto de febrero y marzo, hasta el estreno de la película en Argentina, el 1ro de abril. Si tienen la posibilidad, vayan a verla en 3D, es algo impresionante. Los lugares elegidos están identificados con una sticker en forma de tetera gigante pegada en la vidriera. El circuito de posibilidades: Nucha, La Prometida, Le Blé, Bar 6, Libros del Pasaje, Pipi Cucú, Tartine, Tea connection y Mamarracha.
Este fin de semana, buscá la sticker de la tetera gigante!
Fotos: las imágenes de la película son cortesía de Wat Disney Company. Las imágenes de las mesas servidas, de BeComunicación. Y la foto de Vogue es de la fotógrafa Annie Leibovitz.