El jueves pasado fui a la presentación del Sr. Amor, la marca desarrollada en conjunto por el Ejército de Salvación y los diseñadores de indumentaria más importantes, sobre una idea de la agencia Walter Thompson. La ropa que se vio en el desfile está hecha con ropa que fue donada al ejército.Tengo que aclarar que fue un evento muy bien producido y super organizado, en Ciudad Cultural Konex. El público estaba sentado en gradas y sobre la pared que funcionó como marco, se proyectaron videos del proceso de selección de las prendas, y que narraban las opiniones de los protagonistas.
Abrió el show 12-Na, la marca argentina radicada en Chile, que habitualmente recupera ropa usada, y trabaja principalmente sobre el imaginario americano (con chaquetas de football americano, básquet, etc.).
Tal vez por eso, fue la propuesta en la que más se notó el origen de las prendas, se notaba bien la forma que tenían antes de la intervención y eso fue muy interesante, porque si la propuesta fue la transformación, en este caso podía verse el origen y el producto final a la vez. Me encantó la camisa de los guantes en el cuello y la pollera que armaba el conjunto, con diferentes géneros propios de la sastrería clásica.Pablo Ramírez sorprendió con una construcción basada principalmente en el color y la textura. En su proceso de selección, se nota que buscó prendas de tipología vintage, pero también que seleccionó a partir de texturas y estampas (como el encaje, el lamé, los lunares y los colores plenos).
Me pareció interesante el vestido creado a apertir de un jumper escolar, porque se veía claramente la prenda original. Pablo logró perfectamente plasmar su espíritu austero y lujoso a la vez.Los Hermanos Estebecorena fueron la única propuesta masculina. Una kilt como capa ,botas de lluvia recortadas como si fueran abotinados, y un trabajo sobre la moldería, con pinzas en los pantalones enormes para convertirlos en babuchas.
Fue interesante porque trabajaron desde la moldería, con estrategias y recursos sastreros.Martín Churba desarticuló las prendas casi íntegramente a tal punto que era difícil descifrar qué hubo antes del proceso de intervención. Porque les dio una coherencia y las unificó a través de sus técnicas de desarrollo textil, con sus engomados metalizados, entre otros.
Encajes metalizados, textiles trenzados, y mucho trabajo de superposición. El trabajo de Mariano Toledo fue impecable. Casi imposible notar que las propuestas fueron construidas con prendas donadas porque sus dueños ya no las deseaban. Con una chaqueta de cuero, armó el chaleco de cadenas, y trabajó una estética de capullo que envolvía a las modelos como un refugio.
Y es maravillosa la corbata enorme de terciopelo azul.Después, un show de la banda del Ejército de Salvación y pudimos acceder a la muestra de fotos que ya mostramos en otro post.
Fotos: cortesía Sr. Amor.