Este jueves en el Lincoln Center, durante la Mercedes Benz Fashion Week, en la cuidad de New York, seis diseñadores muy diferentes entre sí fueron los responsables de representar la identidad del diseño argentino en el desfile conjunto Argentina Group Show. Se trata de (de izquierda a derecha) Marcelo Senra, Evangelina Bomparola, María Pryor, Laura Valenzuela y Pablo Ramírez, además de los representantes de La Dolfina Lifestyle Polo, que no fueron retratados.
La selección final fue responsabilidad de un comité neoyorquino integrado por Syl Tang, columnista de moda de The Financial Times; Jenny Captain, editora de moda de Hearst y Arianna Rabani, directora de ventas de Ralph Lauren, entre otros. La estilista neoyorquina del NYFW, Brooke Magnaghi, fue la responsable de adaptar las colecciones a las pautas de la pasarela del MBFW. A sala repleta, con más de 800 asistentes, los creadores mostraron siete pasadas cada uno que sintetizaban su estilo. Me parece interesante analizar cuáles fueron los diseñadores elegidos y el estilismo que el MBFW proyectó sobre ellos (recomendó simplicidad, para que la ropa hable por sí misma, y sumó color), para entender cuál es la mirada sobre argentina.
Pablo Ramírez mostró piezas que recuerdan su colección Pueblo, con prendas de campesinos de una austeridad sorprendente, atravesados por sus clásicos vestidos negros. Pablo trajo a la pasarela la identidad del pueblo chico reversionado en vestidos y prendas de una confección impecable.
Un universo de hadas y seres irreales, románticos y fantaseosos. La presentación de la diseñadora María Pryor. Apliques de miniperlas y alforzado.
La Dolfina Polo Lifestyle, inspirado en la figura de Adolfo Cambiasso mostró la calidad de los artesanos del polo, que confeccionan botas, chalecos y chaquetas de cuero de oveja importado de italia. Puso en escena la calidad de la talabartería argentina, y una imagen del polo de exportación.
Marcel Senra se basó en las estrategias artesanales propias de los pueblos originarios. Con prendas de géneros naturales como la lana de vicuña, el algodón, la lana, la alpaca y la plata.
Laura Valenzuela, reconocida diseñadora de vestidos a medida, mostró una vez más sus modelos inspirados en los años 20. Vestidos lánguidos con géneros retro: encajes antiguos, calados y bordados. Pero se destacó por el uso del cuero calado con láser, con el dibujo de un encaje.
Y Evangelina Bomparola, con sus vestidos que sobrepasan el tiempo y las modas, de crepe, tul, gasa, que mostraron la imagen de la elegancia actual.
Lo interesante es decodificar el imaginario que la argentina construye: desde el polo y el lifestile que se asocia al campo y a este deporte de elite, mixturado con los pueblos originarios de Senra, el trabajo del cuero de Laura Valenzuela y la relectura de Pablo Ramírez del campo, se trata de una mirada ligada al gaucho, al polo, al campesino y al indio. Para que por lo menos sepamos como nos proyectamos al mundo.
Fotos: cortesía de prensa de la Cancillería Argentina.