
En definitiva: Trosman cambió de dueño. Jesica Trosman vendió su marca a la firma Ayres, de Gabriel Isersky, un emprendedor textil. Esto apoya la teoría de la concentración en el negocio de la moda, que se puede detectar desde mediados de 2009, cuando varias marcas salieron de shopping de otras marcas de indumentaria. Emiliano Fitá, responsable de John L.Cook y Wanama, sumó la firma de zapatillas New Balance a su portfolio; mientras que Cardón compró Pampero y María Cher compró A.Y. Not Dead en 2009.
La cifra de la compra de Trosman no trascendió todavía porque faltan detalles por definir y no hubo comunicado oficial. Tampoco se sabe qué relación tendrá Jesica con su propia etiqueta, aunque los rumores indican que ella seguirá al frente del diseño y que esto solo genera una inyección de dinero que proyectará la marca.
Las razones que arriesgan los especialistas del rubro indican que los márgenes de ganancia del sector no son tan optimistas como uno podría pensar, y promedian en 10 por ciento. Es decir, que para ganar dinero hace falta un amplio volumen de ventas, algo dificil de lograr en el caso de los diseñadores independientes. Y el caso de Trosman es particular, ya que un promedio del 50 por ciento de su producción se exporta.
Foto: cortesía Trosman.