Ahora que ya salió publicada la nota en la revista ¡Hola!, les puedo contar a qué fui a New York. Viajé para hacer una nota del Veuve Clicquot Polo Classic, un evento a beneficio de HHRH (Hope Help & Rebuild Haiti), una entidad que colabora con la comunidad haitiana para la reconstrucción del país luego del devastador terremoto de enero de 2010, en el que el polista argentino Nacho Figueras y su mujer, la fotógrafa Delfina Blaquier, eran anfitriones.(Delfina es imagen de Romance, una de las fragancias femeninas de Ralph Lauren, y por supuesto estaba vestida por la etiqueta)
La gran noticia es que tuve la oportunidad de charlar con Marc Jacobs, Donna Karan, además del actor australiano Hugh Jackman, la actriz Julianna Margulis y muchos otros diseñadores y celebrities como Catherine Malandrino o Nikky Hilton. Pero eso fue el día siguiente.Todo comenzó el sábado 4 de junio por la noche, cuando asistí a un barbecue muy informal en el roof top del Hotel Standard, donde me hospedaba, en pleno Meatpacking, el barrio de moda, en el lower Manhattan. Allí, en una terraza increíble (el espacio se llama Le Bain), vidriada y con vista al atardecer sobre el río Hudson y al skyline de NY, hicimos algunas fotos para la revista y yo traté de coordinar la agenda del día siguiente. Había caramelos para servirse y un puesto donde te hacían algodones de azúcar. Todo muy cool y relajado, con una barra de champagne y tragos.Habtípicos hot dogs americanos y una mesa para servirse ribs y otras cosas. Lo gracioso era que los que atendían el asado estaban vestidos de gauchos. Subimos a la terraza, y en ese ambiente súper relajado pude charlar con la diseñadora Donna Karan, y ya empecé a perfilar los testimonios que servirían para la nota del día siguiente, que se publicó en la edición de esta semana. Me respondió con total amabilidad y de hecho pude hacerle varias preguntas.Después del trabajo, brindamos con algunos colegas de otros países, también invitados al evento: (¡Hola! Argentina fue el único medio no solo argentino sino latinoamericano), y volvimos al cuarto del hotel a descansar, porque el día siguiente era le día más complicado de trabajo.Solo tuvimos que bajar a nuestro cuarto, y yo me senté a estudiar la lista de invitados, a refrescar las caras, para que no se me pase nadie...
Y a dormir. Después les cuento acerca del partido de polo, que fue increíble y muy chic.