Si las campañas de Paruolo eran frías hasta el extremo: una modelo distantes, seria, con la mirada perdida, el cuerpo en posiciones casi imposibles (enroscada dentro de una bañera mini, tirada sobre una cama de hospital), esta vez lo es más que nunca. No solo por lo que está a la vista (la imagen glacial, la nieve y el iglú), sino por la iluminación de las tomas, por el retoque digital, por las poses, por la escenografía de poco contraste, la mirada de la modelo (como una muñeca con ojos de vidrio), por todo.
En algún punto, me recordó el espíritu de la guerrera de la campaña de BAF, en la piel de Milagros Schmoll, pero esta vez Chloé Bello es una cazadora esquimal, perdida en algún lugar del polo, envuelta en pieles de animal, con nada más que su trineo y un arpón, o algún arma para cazar y pescar. Primitiva.Claramente es una continuación de la última campaña, que mostraba una mujer salvaje en la jungla urbana.Increíble la cantidad de bucaneras, de todos los materiales y en variedad de colores. Hay de cuero con stripes, de gamuza con rodilla volcada, de taco super alto o chatas.
No se si las usaría, creo que hay que tener un cuerpo especial, pero si lo hiciera, eligiría un modelo de taco bajo y de algún tono neutro.
Hay muchas botinetas, siguen las botas peep toe, las tiras que se abrazan al pie, el taco de madera altísimo, y las botitas acordonadas. Siguen las plataformas killers, macizas y super altas.Me parecieron interesantes los borceguíes y sobretodo las texanas con tachas.En un mundo perfecto, compraría las texanas, las plataformas altísimas con recortes y me probaría por las dudas las bucaneras grises. Siempre hay que probarse, no hay que ser prejuiciosas.
Fotos: cortesía Paruolo.