
En definitiva, una vez que asumimos eso, pudimos disfrutar de las distintas propuestas, seleccionadas por Scott, el gran jurado invitado. En la pasarela montada en el edificio Los Molinos el miércoles 20 de octubre, en Puerto Madero, el evento contó con un catering de Starbucks (frapuccinos de frutilla y dulce de leche y las delicias clásicas de la firma: muffins, budines, donuts), una marca que quién sabe porqué está tan asociada a la moda. Aunque en este caso, la combinación fue genial.
Hubo pocas sillas y la gente justa para ocuparlas. El desfile arrancó con dos eiquetas invitadas: primero fue Max Mara, invitado por el Patio Bullrich, con una colección a mi gusto demasiado clásica para el resto de las propuestas que se vieron en la pasarla al aire libre. Siguió la diseñadora mexicana Lydia Lanvin con su colección Deseos y azar.
Vicky Otero mostró una línea de urbanwear palermitana y colorida. Una propuesta sencilla, pero con ropa muy versátil.



Cora Groppo fue coherente a su estilo, en tonos neutros, con estampas tye dye. Me encantaron los zapatos.
El cierre fue de Pablo Ramírez, quien también mostró parte de las propuestas de su último desfile en la NWFW. Con su estilo teatral de faldas larguísimas, camisas con cuellos y mangas destacadas, se convirtió una vez más (ya ganó la primera edfición del FashionEditionBA), en el elegido por el jurado. Pueden ver la última pasada de su desfile:
El premio: viajar a Estocolmo para mostrar su colección. Lamento la escasez de fotos, confiee demasiado en la cobertura de prensa y todavía no vi nada! Así que preferí postear las imeagenes que tomé yo misma en el backstage, cuando fui a visitar a algunos amigos y compañeros de trabajo:



(Esta nota pertenece al blog argentino www.modahypeada.blogspot.com. Si ves esta info en otra URL es porque lo levantaron sin autorización).